Por Psicóloga: Diana Sosa, especialista en Sobrepeso, Obesidad y Trastornos de la Conducta Alimentaria.
El uso de fajas abdominales térmicas o de materiales tales como plástico y neopreno se ha incrementado en los últimos años. Las personas que asisten al gimnasio las utilizan con el fin de sudar de manera más copiosa (acompañada de geles o pomadas) y así bajar kilos o reducir medidas abdominales, al mismo tiempo que realizan ejercicio.
Sin embargo lo anterior es una creencia errónea. Lo único que se produce al tener una faja y sudar es un fenómeno de deshidratación, ya que en el sudor no se pierde grasa sino agua. Las personas pueden medirse la cintura al momento de haber terminado de hacer ejercicio y haber sudado con la faja y en efecto, haber reducido un par de centímetros, pero en el transcurso del día volverán a ganar las medidas anteriores con la ingestión de nuevos alimentos y el agua que se bebe.
Para lograr un abdomen definido es necesario combinar ejercicios de cardio con fuerza, no únicamente sesiones extenuantes de cardiovasculares acompañados de fajas.
El abdomen se fortalece en el gimnasio pero se empieza a trabajar en la cocina, así que un régimen alimentario sano y equilibrado será el complemento ideal a los ejercicios de cardio y de fuerza. Con paciencia y sobre todo constancia se ganarán los resultados deseados.